domingo, 23 de octubre de 2016

ALIMENTACIÓN SALUDABLE







Una persona bien alimentada tiene más oportunidades de:


  • Desarrollarse plenamente
  • Vivir con salud
  • Aprender y trabajar mejor
  • Protegerse de enfermedades.
La alimentación variada asegura la incorporación y aprovechamiento de todos los nutrientes que necesitamos para crecer y vivir saludablemente.

  • Obesidad
  • Diabetes
  • Enfermedades cardio y cerebrovasculares
  • Hipertensión arterial
  • Dislipemia
  • Osteoporosis
  • Algunos tipos de cáncer
  • Anemia
  • Infecciones
Para comer sano se recomienda:
  • Distribuya los alimentos en 4 comidas principales y 2 colaciones
  • Modere el tamaño de las porciones
  • Consuma por día 2 frutas y 3 porciones de verduras de todo tipo y color preferentemente crudas
  • En el almuerzo y en la cena, la mitad del plato que sean verduras y de postre una fruta
  • Incorpore legumbres, cereales integrales, semillas y frutas secas.
  • Consuma carnes rojas o blancas (pollo o pescado) no más de 5 veces por semana.
  • Cocine sin sal. Reemplácela por perejil, albahaca, tomillo, romero y otros condimentos.
  • Evite el uso del salero en la mesa.
  • Limite el consumo de azúcar y alcohol.

ESTILO DE VIDA SALUDABLE

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social”, lo que supone que este concepto va más allá de la existencia o no de una u otra enfermedad. En consecuencia, más que de una vida sana hay que hablar de un estilo de vida saludable del que forman parte la alimentación, el ejercicio físico, la prevención de la salud, el trabajo, la relación con el medio ambiente y la actividad social.







Desde esta perspectiva se puede determinar que los hábitos necesarios para llevar una vida saludable son los siguientes:





Dieta equilibrada: una alimentación saludable se rige por incluir todos los alimentos contemplados en la pirámide nutricional, pero en las proporciones adecuadas y en la cantidad suficiente (no más) para mantener las necesidades nutricionales del organismo en función del consumo energético que éste realiza con la actividad diaria.





Ejercicio físico: las recomendaciones generales determinan unos 30 minutos diarios de actividad física, siendo suficiente caminar a paso rápido durante este tiempo. Ello permite quemar las calorías sobrantes y fortalecer músculos y huesos, pero también ayuda a controlar la tensión arterial, el colesterol y los niveles de glucosa en sangre, además de contribuir a la eliminación del estrés y ayudar a dormir mejor












  • Higiene: Una higiene adecuada evita muchos problemas de salud: desde infecciones a problemas dentales o dermatologicos. El concepto de higiene no solo se refiere a aseo y limpieza del cuerpo, sino que afecta también al ámbito domestico




                           




Equilibrio mental: no se refiere a la existencia de enfermedades mentales, sino al estado de bienestar emocional y psicológico, necesario para mantener y desarrollar las capacidades cognitivas, las relaciones sociales y el afrontamiento de los retos personales y profesionales de la vida diaria. 


                      
                   


Actividad social: las relaciones sociales son un aspecto fundamental para la salud del ser humano y, en consecuencia, para un envejecimiento saludable. El aislamiento social puede llevar a un deterioro gradual e irreversible de las capacidades físicas y mentales, incluso a la incapacidad física y la demencia..